Un grupo de astrónomos argentinos, investigadores y becarios del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), develaron la naturaleza de una misteriosa fuente de rayos X, que resultó ser una galaxia hasta ahora desconocida, ubicada a unos 3000 millones de años luz de distancia.
La fuente de rayos X, que había sido reportada por otros investigadores a partir de observaciones adquiridas en los años '90, parecía estar localizada dentro de una galaxia espiral denominada NGC 300, que pertenece a un grupo de galaxias “cercano” ubicado en la dirección de la constelación del Escultor. Para explicar la naturaleza de la emisión de esta misteriosa fuente de rayos X se proponían dos hipótesis diferentes: que fuera una estrella binaria (es decir dos estrellas orbitando una alrededor de la otra), o que fuera un microcuásar (una estrella con un agujero negro, o una
estrella de neutrones, orbitando).
Sin embargo, recientemente, el grupo de astrónomos argentinos que estudiaba los datos obtenidos por varios telescopios espaciales (Hubble, XMMNewton y Chandra), notó que la fuente se correspondía con un objeto extendido, no puntual, y que la emisión de rayos X era variable. Para analizar con mayor detalle las características de este objeto realizaron observaciones con uno de los telescopio de 8.1 mts de diámetro del Observatorio Gemini, un consorcio internacional del cual forma parte la República Argentina.
El estudio de la luz emitida por el aparentemente diminuto objeto reveló que en realidad se trata de otra galaxia mucho más lejana, situada detrás de NGC 300, a unos 3000 millones de años luz de distancia (909 ± 4 Megaparsec), como se muestra en las imágenes. Los investigadores encontraron que la galaxia lejana brilla intensamente mientras un agujero negro supermasivo, ubicado en su núcleo, devora ingentes cantidades de materia.
“Las fuentes de rayosX no identificadas, situadas en otras galaxias y variables, que presentan emisión extendida a frecuencias de radio y en luz visible, han sido asociadas en general con núcleos galácticos activos y fuentes de rayos X ultraluminosas” explicó el Dr. Combi. “Por ello, para discernir y caracterizar sus diferentes componentes y su naturaleza es necesario observarlascon diferentes longitudes de onda, que van desde las ondas de radio a los rayos gamma” concluyó.
El equipo responsable del descubrimiento está liderado por el investigador Dr. Jorge Combi integrante del Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), y profesor en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata (FCAG, UNLP), el Dr. Federico García, también miembro del IAR y docente de la FCAG, la Lic. María Jimena Rodríguez, becaria doctoral de CONICET y miembro del Instituto de Astrofísica de La Plata (IALP), y los Dres. Roberto Gamen y Sergio A. Cellone, ambos profesores de la FCAG y miembros también del IALP. El trabajo de investigación contó con financiamiento de CONICET y de la Consejería de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía, y empleó tiempo de uso discrecional del Director del Observatorio Gemini, Dr. Markus Kissler-Patig.
Información suministrada por la Oficina Gemini Argentina: (
www.geminiargentina.mincyt.gob.ar)
(Octubre/2016)